RESÚMENES BLOQUE 5


5.1. La Guerra de la Independencia: antecedentes y causas. Bandos en conflicto y fases de la guerra.
INTRODUCCIÓN: antecedentes y causas.
Los esfuerzos modernizadores de los ilustrados abarcaron todos los aspectos de la vida española, aunque con poco éxito. El reformismo ilustrado entró en crisis a finales del siglo, ante críticas de los antiguos estamentos privilegiados y la indiferencia popular.
Carlos IV sucedió a su padre, Carlos III, en 1788. En 1789, se producía el estallido de la Revolución Francesa, que generó una crisis del modelo de gobierno y provocó el pánico en toda Europa.
En España, los secretarios reales de Carlos IV eran ilustrados. Al frente de su gobierno se encontraba el conde de Floridablanca, que frenó las reformas y cerró las fronteras con Francia para evitar que las ideas revolucionarias penetraran en España.
Tras la promulgación de la Constitución francesa en 1791, el Gobierno español adoptó una postura más conciliadora con Francia bajo la dirección del conde de Aranda. Pero tras la proclamación de la República en Francia, Aranda fue sustituido por Manuel Godoy, persona de confianza de la familia real.
Mientras tanto, a las dificultades del exterior se añadían problemas internos. Los últimos años del siglo XVIII fueron de crisis económica y social. Se estancó la producción agraria. La Hacienda Pública vio disminuir sus ingresos y aumentar la deuda, lo que llevó a Godoy a realizar la primera desamortización, sin lograr, no obstante, sus objetivos y provocando el rechazo de la Iglesia.
El hecho de que Luis XVI fuese ejecutado, hizo  que Carlos IV declarara la guerra a la República Francesa, Guerra de la  Convención. El conflicto se localizó en los territorios catalanes, navarros y vascos.
Al principio, se ocuparon varias plazas del actual Rosellón francés. Pero luego, en 1794, el ejército de Godoy fue derrotado y las tropas francesas tomaran zonas de Girona, Gipuzkoa y Navarra.
Esto aceleró los intentos para llegar a la paz, firmada en Basilea en 1795. Dando paso a trece años de acuerdos entre la España absolutista y la Francia revolucionaria, en los que se encuadran la lucha contra Portugal y Gran Bretaña, en las que España sufrió reveses, como en la Batalla de Trafalgar.
Entre estos acuerdos, se firmó el Tratado de Fontainebleau (1807), entre Godoy y Napoleón, con el objetivo de repartirse Portugal y sus posesiones de ultramar. Permitiendo la entrada en suelo español de ejércitos  franceses.
La llegada de las tropas francesas a importantes ciudades españolas manifestaron las verdaderas intenciones de Napoleón, de ocupar también el territorio español. Ante esta posibilidad Godoy convenció a la familia real para trasladarse a Sevilla, por si tuvieran que huir hacia las colonias.
El príncipe de Asturias, Fernando, y sectores de la corte contrarios a Godoy consideraron el plan de Godoy como ofensivo e instigaron una revuelta popular, el Motín de Aranjuez, en marzo de 1808, lo que provocó la caída de Godoy y obligó a Carlos IV a abdicar a favor de su hijo, Fernando VII (19/marzo/1808).
Cuando Napoleón vio la debilidad de la monarquía española, aceleró sus planes, convocando a padre e hijo en Bayona, obligándolos allí  a abdicar a favor de su hermano José Bonaparte. A este hecho se le conoce como las abdicaciones de Bayona. El nuevo rey, para hacer más atractivo su gobierno hizo publicar el Estatuto de Bayona, una especie de constitución (carta otorgada), que ofrecía un cierto aire liberal, la guerra impidió ponerlo en funcionamiento. Un grupo de cortesanos se ofrecieron a colaborar con el nuevo rey, a éstos se les denominó afrancesados, en general tenían ideas ilustradas, querían aprovechar esta oportunidad para sacar al país del vacío de poder político y llevar a cabo reformas ilustradas y liberales, que anteriormente no se habían llevado a cabo por la oposición de los sectores más conservadores de la nobleza y el clero.

LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA:

A)     Inicio de la guerra. Bandos en conflicto.

El 2 de mayo de 1808 se produjo un alzamiento popular en Madrid cuando abandonaban la corte los últimos miembros de la familia real y de la Junta de Gobierno. Los ecos de la represión ejercida por los franceses provocó que la sublevación se extendiera por otras ciudades españolas, iniciándose una guerra que duró cinco largos años, una guerra nacional y popular, pero no revolucionaria. Los autoproclamados patriotas, se iban a enfrentar al gobierno de José I, apoyado por los afrancesados y su hermano Napoleón.
La mayor parte de los españoles no aceptaban al nuevo rey y ante la ausencia de lo que ellos consideraban un poder legítimo, en los distintos territorios españoles se dispusieron Juntas Provinciales de Defensa, que se encargaron de organizar el levantamiento militar contra las tropas francesas. Para coordinarlas se creó la Junta Suprema Central.

B)     Fases de la guerra.

-          En una primera fase, en el verano de 1808, se produjo una vigorosa reacción popular. Los generales franceses, sorprendidos, establecieron un plan para acabar con la resistencia, sometiendo a ciudades que habían declarado su independencia y oposición a José I (Girona, Zaragoza o Valencia). En Andalucía, las tropas francesas fueron derrotadas en la ciudad de Bailén, al enfrentarse con un ejército español comandado por el general Castaños, lo que obligó a José I a abandonar Madrid.
-          Desde finales de 1808 hasta 1812, la segunda fase de la guerra supuso el control francés del territorio. Napoleón acudió personalmente con un ejército y venció a las tropas españolas, volviendo a ocupar Madrid. Mientras tanto, el ejército francés sufrió una guerra de desgaste frente a la guerrilla que se organizó en Castilla, Andalucía, Cataluña, Valencia y otros territorios, sin dejar que las tropas napoleónicas se impusieran en las zonas rurales. Importantes líderes de estas partidas fueron el cura Merino, Espoz y Mina o el Empecinado. No obstante, los franceses, llegaron a controlar las principales ciudades, excepto Cádiz.
-          El final de la guerra vino marcado por una importante ofensiva británica. En 1812, un ejército británico, dirigido por el general Wellington, desembarcó en Portugal, venciendo a las tropas francesas en Arapiles, Victoria-Gasteiz y San Marcial. Estas derrotas, sumadas a la guerrilla en muchos territorios, acabaron con la supremacía militar francesa, que también tenía graves problemas en el frente ruso.  En 1813, terminó la guerra con la firma del tratado de Valençay.






5.2.LAS CORTES DE CÁDIZ. LA CONSTITUCION DE 1812.

INTRODUCCIÓN

Las derrotas militares ante Napoleón desacreditaron a la Junta Suprema Central que fue sustituida en 1810 por una Regencia colectiva formada por 5 miembros que se convirtieron en una especie de gobierno provisional.
Aunque la idea de reunir unas Cortes Generales para organizar la vida política en tiempos de guerra ya había sido debatida en la J.S.C., la Regencia no se decidió a convocarlas hasta que llegó la noticia a Cádiz del establecimiento de poderes locales en distintas ciudades americanas que podían poner en peligro el imperio colonial español. Después de casi 100 años en los que los borbones habían gobernado sin reunirlas, las Cortes inauguraron sus reuniones en Septiembre de 1810 y prolongaron su actividad hasta la primavera de 1814.

LAS CORTES: COMPOSICIÓN, TENDENCIAS.

Los integrantes de las Cortes eran un grupo heterogéneo en el que figuraban muchos burgueses liberales, funcionarios ilustrados e intelectuales procedentes de ciudades tomadas por los franceses, miembros de la Junta que huyendo de la guerra se habían concentrado en Cádiz, protegida por la marina británica.
A causa de las dificultades de la guerra, la alta nobleza y la jerarquía de la Iglesia apenas estuvieron representadas en Cádiz. Tampoco asistieron numerosos representantes de los territorios españoles en América o de muchas ciudades tomadas por los franceses, siendo sustituidos por ciudadanos de Cádiz. Así en las Cortes van a predominar las clases medias con formación intelectual (eclesiásticos, militares, abogados…) tampoco faltaron miembros de la burguesía industrial y comercial. No hubo, sin embargo, representación de las masas populares (campesinos), ni mujeres. Las primeras sesiones congregaron a un centenar de diputados pero fueron aumentando hasta  llegar a unos 300.
De inmediato surgieron dos grandes tendencias en la cámara: los liberales que eran los partidarios de reformas revolucionarias y los absolutistas llamados despectivamente  “serviles” que pretendían mantener el viejo orden monárquico. Los debates fueron siempre dominados por los liberales.
Desde el comienzo, estas Cortes en nada se parecieron a las antiguas. Al declararse Asamblea Constituyente y proclamar la soberanía nacional los diputados de Cádiz ponían en marcha una auténtica revolución liberal en España.

OBRA LEGISLATIVA:

-          DECRETOS DE ABOLICIÓN DEL ANTIGUO RÉGIMEN.

Antes y después de la aprobación de la Constitución las Cortes aprobaron una serie de decretos que iban a suponer la eliminación del Antiguo Régimen.
Los liberales aprobaron el derecho de libertad de imprenta, primera formulación del derecho a la libertad de expresión que suprimía la censura para los escritos políticos aunque no para los religiosos. Fueron abolidos los señoríos jurisdiccionales que impedían la modernización de la administración local y provincial. Se trataba de una decisión fundamental en el proceso de reforzamiento del Estado. Fueron derogados los gremios, una estructura medieval criticada por ineficaz y que será eliminada para dar paso a las modernas relaciones de producción liberal capitalista, en esa misma línea también fue suprimida la Mesta.
Tras acaloradas disputas fue abolida la Inquisición al considerarse un obstáculo a la libertad del pensamiento y al desarrollo de la ciencia.

-          LA CONSTITUCIÓN DE 1812.

Esta constitución es la 1ª de la historia de España conocida popularmente como la “Pepa” por ser aprobada el 19 de marzo, día se San José, de 1812.En ella se regulan con detalle todas las cuestiones relacionadas con la vida política y los derechos de los ciudadanos. Proclama la soberanía nacional. Se establece una clara división de poderes, el poder ejecutivo queda en manos del rey, el poder judicial en manos de diferentes tribunales de justicia y el poder legislativo es atribuido a las Cortes que tendrían una sola cámara elegida por sufragio universal masculino indirecto, mediante un complicado sistema de compromisarios. Pero para ser diputado se requería la condición de propietario.
Su idea de nación quedó plasmada en el diseño de un estado unitario que afirmaba los derechos de los españoles en su conjunto por encima de los históricos de cada reino. De esta forma la Constitución de 1812 daba un nuevo paso en el proceso de centralización política y administrativa. En esta línea se fijaba una burocracia centralizada, una fiscalidad común, un ejército nacional y un mercado libre de aduanas internas.
Se define el estado como confesional, con la religión católica apostólica y romana como oficial y única.
La Constitución no tuvo vigencia real por causa de la guerra y porque Fernando VII la va a abolir en 1814. Solo tuvo vigencia en el llamado Trienio Liberal (1820-1823) y unos meses en 1836.
No obstante, tiene una enorme importancia. Se trató del primer intento de transformar la España absolutista en un estado liberal y en ella se van a inspirar posteriores constituciones tanto españolas como extranjeras. Además se convertirá en un símbolo del deseo de libertad permaneciendo viva en el recuerdo de los españoles a lo largo del siglo.




  

5.3. EL REINADO DE FERNANDO VII: LIBERALISMO FRENTE ABSOLUTISMO. EL PROCESO DE INDEPENDENCIA DE LAS COLONIAS AMERICANAS.
INTRODUCCIÓN.

En 1814, tras la firma del Tratado de Valençay que ponía fin a la Guerra de Independencia y la derrota de Napoleón en Europa, Fernando VII regresó a España. Fue conocido como “el Deseado”. Los españoles esperaban el retorno del monarca con impaciencia. Un grupo de diputados de las Cortes de Cádiz de ideología absolutista entregaron a Fernando un documento solicitando que restaurara el absolutismo y derogara la Constitución de 1812, aprobada por las Cortes en el periodo de la guerra. Era el Manifiesto de los Persas, ya que incluía una frase referida a una supuesta costumbre antigua de este pueblo de tener cinco días de anarquía tras la muerte del rey.  El Rey aceptó esta propuesta el 4 de mayo de 1814.

ETAPAS DEL REINADO: ABSOLUTISMO Y LIBERALISMO:

-          SEXENIO ABSOLUTISTA (1814-1820).

Tras la derogación de la Constitución, comenzaba un período de seis años en que iba a dominar el sector más reaccionario de la sociedad, con la Iglesia a la cabeza. La Inquisición fue restaurada. Los constitucionalistas fueron reprimidos, y, algunos tuvieron que exiliarse.
La vuelta al absolutismo y al sistema señorial supuso la postración económica y la ruina de la Hacienda. América comenzaba a independizarse. Por otra parte, el desprestigio de España en el extranjero significó el rechazo a su participación en los tratados internacionales hasta 1817.
Entre 1814 y 1819 se sucedieron pronunciamientos protagonizados por partidarios de la Constitución de 1812, aunque sin éxito. Pero en 1820 triunfó el encabezado por Rafael de Riego, que proclamó la Constitución de 1812 en el pueblo sevillano de Las Cabezas de San Juan. Algunas ciudades se unieron a la insurrección. Fernando VII al verse vencido, pronunció sin convicción la frase: “Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional”. Se iniciaba así el Trienio Liberal.

-          TRIENIO LIBERAL (1820-1823).

Estos años fueron el primer ensayo de Gobierno constitucional en la historia española. Comenzaba una política moderada, intentando llevar a cabo principios recogidos en “la Pepa” (libertad de prensa, derechos individuales, etc). La Iglesia quedó apartada de los órganos de poder del Estado y los jesuitas fueron expulsados.
 Entre los liberales pronto se distinguieron dos grupos. Los moderados que proponían llegar a un pacto con los absolutistas, reduciendo las aspiraciones del liberalismo, para que aceptaran un sistema constitucional. Los exaltados, liberales radicales, por el contrario, pretendían ampliar el sufragio, reducir los poderes de los antiguos estamentos privilegiados, creando así un Estado más centralizado.
Los absolutistas conspiraron con la intención de hacer fracasar el régimen. En la Seu d’Urgell se estableció una Regencia, asumiendo la representación del monarca, para dirigir los ataques de las partidas realistas. El mismo Fernando VII apoyó a grupos golpistas y envió emisarios para solicitar ayuda de los gobiernos antiliberales de Europa, con el fin de acabar con su propio Gobierno y derogar de nuevo la Constitución.
 En 1822, había zonas, mayoritariamente, del Norte, en las que nobles y clérigos tenían organizadas partidas militares que acosaban a las tropas constitucionalistas. A la acción de los golpistas se unió la intervención de potencias europeas, acordada en el Congreso de Verona, que se concretó con la entrada de los Cien Mil Hijos de San Luis. Este ejército persiguió al Gobierno liberal, que se había refugiado en Cádiz y acabó con el gobierno constitucional, provocado también por las desavenencias entre los propios liberales, en abril de 1823.

-          DÉCADA ABSOLUTISTA (1823-1833).

A partir del golpe de Estado dirigido por Fernando VII, se produjo una segunda restauración absolutista, que duró hasta su muerte (1833). Esta restauración significó la abolición de todo tipo de libertades políticas. Muchos liberales fueron ejecutados, como Riego, y otros tuvieron que exiliarse. La Iglesia se convirtió de nuevo en el principal aliado del Rey.
Esta nueva década incorporó algunos cambios en la organización del Estado. Se instituyó el Consejo de Ministros y se reorganizó el tema de la Hacienda Pública, tomando como modelo el de otros países europeos. La economía española comenzaba a despegar, después de dos décadas de inestabilidad y guerras.
En cuanto a la política, permanecía la resistencia liberal en el interior y en el exterior. A partir de 1825, los sectores más reaccionarios del absolutismo exigían un retorno claro al régimen señorial, firmando un Manifiesto de los Realistas Puros. Los liberales, por su parte, siguieron conspirando y preparando pronunciamientos: los casos de Torrijos y Mariana Pineda, que fueron ejecutados, representaron esa lucha por alcanzar  la libertad.
También se plantea un problema sucesorio, dado que Fernando seguía sin tener descendencia, por lo que heredaría el trono su hermano, Carlos Mª Isidro, apoyado por los sectores más intransigentes del absolutismo, pero en 1830 nacía la primera hija de Fernando, Isabel.

LA EMANCIPACIÓN DE LA AMÉRICA ESPAÑOLA.

Causas:
Desde 1808 hasta la década de 1820 se produjo el proceso de emancipación de las colonias americanas.  Los movimientos independentistas aspiraban a liberarse de la autoridad del Gobierno español, que impedía el ascenso social de los criollos, y que negaba la libertad económica para relacionarse con otras potencias. Además la independencia de EEUU fue  alentador para sus objetivos.
Etapas:
 -Primera fase (1810-1816). Concurrió en gran parte con la guerra de Independencia. Destacaron insurrecciones capitaneadas por Simón Bolívar (Venezuela), el cura Hidalgo (México).
 -Segunda fase (1816-1818). Coincidió con la reacción absolutista de Fernando VII. Las autoridades españolas sofocaron los alzamientos rebeldes.
 -Tercera fase (a partir de 1818). Las batallas de Simón Bolívar en Venezuela y de José de San Martín en Argentina, Chile y Perú decidieron el final de la guerra, sobre todo tras la batalla de Ayacucho, Perú (1824). En 1824, la corona española sólo mantenía el dominio de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y algunas islas del Pacífico.
Consecuencias para España:
España perdió recursos fiscales esenciales para la Hacienda, así como un importante mercado para las exportaciones españolas. España, además, con la pérdida de la mayor parte de su imperio,  quedó relegada a una potencia de segundo orden en Europa.


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